Está muy extendida la idea de que las peteneras tienen un origen sefardita, posiblemente por la temática de alguna de las letras más populares del repertorio. Sin embargo, los datos de última hora son concluyentes: es de origen mexicano.
Ya en 1803 aparece en el repertorio azteca, y algunos sones de Veracruz llamados peteneras tienen idéntica rueda armónica en el acompañamiento y una tonada también muy emparentada en lo melódico.
La melodía sobre la que se canta la petenera veracruzana pudo tener su origen en un canto sefardita muy extendido por el mediterráneo que comienza con el verso A la una nací yo… Lo escuchamos por gentileza de Antonio Barberán
Así se canta en Veracruz
También son numerosas las referencias en los diarios gaditanos de mitad del siglo XIX a la petenera veracruzana o la petenera americana cantada y bailada en las tablas de sus teatros.
Así en 1827 podemos leer que después de cantar Las seguidillas de Pedro La-Cambra (livianas?): Lázaro Quintana saldrá a cantar la petenera americana. No en vano el compás es el mismo que en las guajiras, aunque en la versión flamenca se hace más lento y consecuentemente más libre.
En los primeros años del flamenco, y ante la necesidad de estilos por parte de los artistas profesionales, seguramente se tomó dicho son jarocho y parando el aire hasta hacerlo más pastueño, a la vez que adornando el cante a lo flamenco, se fue configurando el estilo que hoy conocemos.