Estilo de cante andaluz actualmente en desuso, relacionado directamente con la serrana, la trillera y otros estilos camperos andaluces. La calesera en sus orígenes fue probablemente un tipo de seguidilla que se cantaba en Andalucía.
En opinión de algunos autores, la calesera, la serrana y la liviana fueron en su día un mismo género que en un proceso de aflamencamiento adoptaron cada uno elementos diferenciadores.
Según J. C. de Luna la calesera era una serrana que bajó de la sierra al camino real para cantarse en la ventas, parada obligada de los caminantes.
Se cree que las caleseras eran interpretadas por los conductores de calesas para entretener a los viajeros y su compás se realizaba siguiendo el ritmo del trote de los caballos. En el recorte de la derecha podemos leer una escena de la época que nos puede orientar al respecto con la canción gitana de que entonaba un calesero.
Estébanez Calderón apunta que las caleseras eran géneros bailables, por consiguiente difíciles de realizar en una calesa sino más bien en las paradas que realizaban los mayorales en las ventas andaluzas. Aquí tenemos otro recorte de los números de un espectáculo en el que se bailan las caleseras.
Su copla se ve emparentada con las seguidillas pero sin estribillo, de cuatro versos, el primero y el tercero heptasílabos y el segundo y el cuarto pentasílabos.
El intérprete más destacado de la calesera flamenca propiamente dicha fue el cantaor sevillano Antonio Pozo El Mochuelo. (pendiente de subir)
Las de Barbieri en El Barberillo de Lavapiés
Y las muy conocidas Caleseras de Joaquín Rodrigo arreglada para cuarteto de guitarras